Día 27

7 de la mañana, no suena la música, pero si la interna: ya estoy en pie aunque no haya que trabajar...El día transcurre de ese modo en el que tratas de jugar con las variables tiempo-espacio, y en el que, naturalmente, pierdes de manera estrepitosa.

Transcurren las horas, no obstante, no hay sensación de pérdida, es dejarse llevar sin mayor presión que ver las manecillas del reloj cumplir su mecánica función ¿Nunca se quejarán de su falta de creatividad?

Ya tenemos aquí al primero de los expedicionarios: bienvenida con abrazos, y muchas risas...Las vibraciones siguen siendo tan positivas como el verano pasado en el confín indonesio...

Ni que decir, éstas son fechas especiales para la mayoría del mundo occidental: algunos la adoran (decoraciones, reuniones familiares, compras...), otros la detestan por considerarlas épocas tristes. Sea como fuere, todos tienen en común una misma postal: frío, e incluso nieve..Bien, en Canarias, todo eso es irreal: por el día 26 grados, y la playa llena de felices bañistas que ¡ni se preocupan por saber que estamos en Navidad!


Las vistas del anochecer en la avenida son tan bellas como las recordaba:luces naturales, y otras creadas por la mente humana. El paisaje natural, con el majestuoso Teide al fondo, es imbatible...


Descansad.


PD: La imagen podría ser una metáfora sobre la felicidad...